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12 de abril de 2015

2015-04-12._ Ávila - Alba de Tormes


  •  Ávila - Alba de Tormes 
Que gran dia!!!!
Por segundo año hicimos esta impresionante ruta hasta Alba de Tormes, este año con salida de Ávila.

110 kilometros en la mejor compañía que uno pueda tener en estos caminos de dio.

El Año que viene volveremos.


5 de abril de 2015

2015-04-05._Peñaranda -Cabezas del Villar - Peñaranda



  • Peñaranda -Cabezas del Villar - Peñaranda
Hoy ruta de transición, después de la dura ruta del Jueves Santo y a la espera de la III Ruta Teresiana del próximo domingo, Ruta por el monte entre Mancera de Arriba y Malpartida y como el dia invitaba a ello "bañito" en en río 

2 de abril de 2015

2015-04-02._Mirueña - Villanueva del Campillo - Mirueña



  • Mirueña - Villanueva del Campillo - Mirueña
Aprovechando la festividad de Jueves Santo hicimos una ruta de las que denominamos I+D.
Salimos de Mirueña de los Infanzones  con destino Villanuena del Campillo y Vadillo de la Sierra,
Recorrido duro a ratos por pistas anchas a ratos por sederos de cabras, pero siempre con dureza; tanta que no paramos de tener averías en nuestras cabras mecánicas. Fueron tantas que tuvimos que acortar el recorrido dejando para otro día mas propicio la subida a los molinos cercanos a Vadillo.    




14 de marzo de 2015

2015-03-08._ Malpartida Malpartida


Otro día mas nos desplazamos a Malpartida  para hacer unas cuantas callejas y celebrar un "asuntillo"
del amigo Nico.

No se si fue las posible invitación por Nico a los tipos zumos de cebada de final de etapa o el buen tiempo que hizo, pero alli nos juntamos mas de dos decenas de bikers con ganas de pasar una buena mañana.

Y para mas deleite el amigo pedro nos dio a conocer otro par de callejas, y es que este tío no para de investigar, y este sitio que no deja de sorprendernos y de enamorarnos.






Track de la ruta
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2015-03-01._Kedada Herresos De Suso 2015


Este domingo toco marcha por Herreros de Suso, una mañana que invitaba a hacer cualquier actividad y que nosotros aprovechamos para conocer algunos caminos nuevos en el monte cercano a Herreros.
Se podría decir que fue una ruta de I+D,  una ruta que sorprendió por su dureza.
El día salio redondo, duros y sorprendentes caminos que disfrutamos en compañía de los amigos del Club Ciclista De Alba De Tormes.
Repetiremos seguro!!!!












Track de la ruta

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2 de marzo de 2015

2015-02-22._Aldeadavila de la Ribera - Aldeadavila de la Ribera


El Pasado día 22 De Febrero casi la totalidad de los miembros de Btt San Juan se unieron a otros socios de la Asociación Btt Peñarandina en su primera salida organizada .
Nos fuimos a Aldeadavila de la Ribera donde los compañeros del grupo de btt Al Oeste Del Oeste nos tenían preparada una ruta por los caminos, callejas y bajadas que tanto abundan en estos parajes tan propicios para la bici todo terreno.
Fue la primera vez que algunos visitábamos estos parajes, pero no sera la ultima.






Track de la ruta

Todas nuestras fotografías 

25 de marzo de 2014

2014-02-23._Serradilla Del Arrollo; Ruta de San Blas 2014

Ruta de San Blas 2014
Seradilla del Arroyo

Por
J Mari Familiar



Abro los ojos y todo esta oscuro, de repente recuerdo donde estoy y el día que es, no ha tocado el despertador debe de ser pronto, acerco la mano y miro la hora, 6: 45 horas, y mi cabeza empieza a carburar, y me doy cuenta que las 6: 45 son las siente menos cuarto. Me tiro de la cama, habíamos quedado a esa hora, todavía no me aclaro que ha podido pasar, solo sé que me estarán esperando para ir a Serranilla del Arroyo. Esa marcha que todavía me da un poco de respeto, me han contado muchas cosas sobre ella, y no sé, si creerme todo, hoy saldré de dudas, eso si me esperan, porque siempre me pasa algo y llego tarde. Así que wasap para avisar que me esperen,   ....“ esperarme que voy en diez minutos”  y si que me esperaron, juego con ventaja, son buena gente y lo sé, por eso me gusta estar el máximo de tiempo con ellos, disfrutando de lo que nos gusta, y 
hoy es uno de esos días, aunque no ha empezado nada bien el día, espero que se quede en esto, y no se quedo, pero eso, vendrá más tarde.

Cuando llego no soy el último, alguien me ha ganado en llegar tarde, Cristóbal, esta vez la bronca no me la llevo yo jejeje... que bien, pero los ánimos están caldeados no sabemos si tendremos tiempo de sobra para llegar, pero como ya he dicho son buena gente y todo lo perdonan, por fin, cuando llega el tardón, salimos, Piru, Cristy, Ángel, Cristóbal y yo hacía nuestro destino, que no es otro que el de divertirnos. El viaje, bueno, típico, cinco hombres en un coche, de madrugada, a darse una paliza en bici, pues haceros vosotros una idea de la conversación, yo no puedo contarla porque no sé quien puede leer esto jejeje... usar la imaginación y os quedaréis cortos. El caso es que personalmente me pareció corto, eso si, la carretera hasta el pueblo, desde Ciudad Rodrigo, es horrorosa y más a esa hora en el que el sol daba de frente, yo acompañaba a Piru, nuestro conductor de ese día y a veces no veía nada, no sé como él pudo hacerlo yo me hubiese parado unas cuantas veces, pero en fin, el caso es que nos llevo hasta el pueblo sin ningún percance.


Los nervios hacen acto de presencia cuando empezamos a bajar nuestras bicis, el ambiente es bicicletero a tope, gente cambiándose en los coches, ajustando las bicis, otros intentando quitarse el frío dando vueltas en sus burras, joder que burras, a cada cual mejor, enseguida preguntamos por el bar, un cafecito caliente a esas horas es lo mejor, además había que visitar el baño, después a la mesa de inscripciones, y recoger nuestros regalos, luego unos saluditos a gente conocida y el sorteo, y bueno, en esto no estamos mal, en los dos últimos, gente de mi grupo ha recibido regalo, y claro fue para 
Ángel, este día "todo" se lo llevo él.


Empieza lo bueno, a los que hemos venido desde tan lejos, empezamos tranquilos, de los últimos como casi siempre, no venimos a competir sino a disfrutar, aunque luego la carrera dice otra cosa, como casi siempre jejeje... una vez que empiezas a pedalear la sangre se calienta y ya no paras, la verdad es que cuando estas rodeado de tanta pasión por la bici te sientes un privilegiado, y das todo lo que tienes,luego por la tarde ya de reposo, ves que te has excedido, pero eso no importa, lo importante es estar allí, con amigos, pasarlo bien, hacer deporte, sentir lo que sientes y darte cuenta de lo mucho que 
tienes...



El principio fue un poco intimidatorio, lo digo porque en la primera bajada que hubo nos pasaron como motos, que digo como motos, como aviones, ya que a mí me pasaron volando, y no es broma, literalmente volando, saltaban por todos los lados y mi mente me decía, menuda paliza nos dan estos hoy, pero como todo en esta vida, las cosas se acaban, y claro, la bajada se acabo, y después de la bajada ¿qué viene? Si, exacto, la subida, y ese es nuestro terreno, no adelantamos a muchos, el camino era estrecho y había demasiada gente, se paraban y te hacían echar pie a tierra con el consiguiente
parón, luego a intentar arrancar de parado y en cuesta, el caso es que perdimos bastante tiempo, pero esto es ciclismo de montaña y el terreno era largo así que la gente se fue distanciando y cada vez se andaba mejor. Otra cuesta abajo, esta vez no nos van a coger de sorpresa así que bajamos un poco lanzados, tal vez demasiado, al final de la bajada, surco, hay que saltar, sin problemas, luego piedra, aquí si hay problemas, me la trago de lleno y me desvió hacia un matorral bastante denso, la velocidad es fuerte y pienso que con la inercia que llevo lo atravieso, me equivoque, "zas".... a suelo, me levanto un poco 
aturdido y ya esta allí Piru
-¿estas bien?.. Le oigo que me dice,
-sí creo, le respondo


 cojo la bici para ver si estaba bien y seguimos, ahora si que es la nuestra, ya calientes como estábamos, con la adrenalina a tope por la caída, empezamos a subir y no hacíamos otra cosa que adelantar gente, por la derecha, por la izquierda, por el centro, por donde fuese, no sé cuanta gente adelantamos en las subidas, bastante, luego vino un tramo de carretera, jejeje... si se nos da bien la subida, no te digo nada la carretera, plato grande, piñón pequeño y a volar, menudo ritmo llevábamos Piru y yo, como para que nos siguieran, seguimos adelantando a gente hasta que cogimos a Ángel que nos había adelantado en la caída, y ya fuimos los tres para juntos para adelante, esto era un sin fin de adelantamientos, hasta que, Pafff, la cadena de Ángel dijo basta, nos toco parar y arreglarla,, todo lo hecho hasta ahora había resultado inútil, que le vamos ha hacer habíamos venido a disfrutar ¿no? Nos pasan Cristy y Cristóbal, y ya arreglada nos ponemos en
marcha, ya los tres juntos, aunque yo viendo el paisaje me quedo para hacer unas fotos, los pierdo de vista, bueno ya los veré, acompaño un rato a Cristóbal, luego cuando vuelvo a mirar ya no esta, y sigo para adelante, no sé muy bien cuando adelante a Cristy, el caso es que me paro cuando el camino se empieza a empinar ante una montaña colosal, hago las fotos de rigor y empiezo a subir, el camino matador, piedras y mas piedras, no hay por donde adelantar, si te sales del sendero las piedras están sueltas y te cuesta el doble, pero no se puede hacer otra cosa, o te quedas o lo intentas, y lo intente, para arriba, esta vez plato pequeño con piñones intermedios o grandes dependiendo la rampa que tocara, al rato me encuentro a Pirú y Ángel, que divertido fue, adelantar, adelantar, y más adelantar, los tres juntos, lastima de los dos que habíamos dejado atrás, pero ya no podíamos hacer otra cosa, estábamos encendidos y no podíamos apagarnos, era nuestro terreno, dureza en las rampas, camino pedregoso, y kilómetros de subida, que bien se siente uno cuando esta fuerte y vas dejando compañeros detrás, no me gusta presumir, pero tengo que decir que yo disfrute de esa subida y no creo equivocarme, si digo, que los que me acompañaban también.

El paisaje era, bueno lo es, espectacular, lastima que un no puedes levantar mucho la vista del camino, pero de vez en cuando mirabas para abajo y el valle era precioso, y en eso estábamos cuando llegamos al avituallamiento, unos catorce bicicleteros conté, no esta mal para todas las cosas que nos habían pasado, paradas en las primeras rampas, caída, y rotura de cadena más las paradas para las fotos. Pero el día nos tenía deparadas más sorpresas, cuando terminamos el avituallamiento que por cierto tengo que decir que de lujo, teníamos de todo, hasta un caldito que no probé, pues me lo dijeron en la llegada, lastima estaba muy bueno según comentaron, para el año que viene.
Salimos y nada más de hacerlo vemos una flecha que nos indica el camino, los tres tomamos esa dirección y nos ponemos a pedalear como posesos, que lujo de camino, entre bosques y senderos preciosos, el ritmo es rapidísimo, con desarrollos fuertes y a tope, todo bajada, no sé cuantos kilómetros hicimos, pero no vimos a nadie, cosa que nos mosqueo algo, pero teníamos las flechas que nos indicaba el camino, así que para adelante, cuando llegamos a un pueblo, preguntamos por donde habían pasado los ciclistas, y cual fue
nuestra sorpresa, cuando nos dijeron que éramos los primeros, no puedía ser, hubo gente que salió antes que nosotros y no los hemos visto, así que teléfono en mano, llamamos a un amiguete que conocía el recorrido y nos comento que nos habíamos equivocado, y habíamos hecho la ruta corta. Menuda cara debió de quedársenos, ¿qué hacemos? Era la pregunta que nos hacíamos los tres, al final decidimos volver hasta el punto de la equivocación pero no por donde habíamos venido, sería demasiado duro, eran muchísimos kilómetros de subida, así que preguntamos a los lugareños cual era el camino más corto, la carretera, fue su respuesta, pero eran nueve kilómetros de subida, al principio hubo dudas de lo que hacer, nos habíamos dado una buena soba para nada, y lo mas bonito del recorrido perdido, pero allí estaba Piru para animarnos y convencernos de que debíamos hacerlo, y la verdad es que fue duro, pero me alegro de haberlo hecho, nos tomamos los nueve kilómetros por la carretera con calma, gastando las menos fuerzas posibles, pero no deja de ser subida y todo cansa, pero al final llegamos de nuevo al avituallamiento, me gusto la cara que pusieron cuando nos vieron llegar por la carretera, estaban recogiendo pero nos ofrecieron de todo,
-¿de donde salís vosotros? Nos dijeron
Cuando les contamos lo sucedido, no lo dijeron a las claras pero sus caras los delataban “estos están locos” así que un poco de agua y una vez que nos dijeron el camino y acompañados de dos organizadores que iban cerrando el grupo nos dispusimos a terminar lo empezado. Pero al poco de empezar de nuevo vuelta a
parar, y no una sino dos veces, quien iba a ser sino, otra vez Ángel, ya os dije que se lo llevo todo, dos pinchazos seguidos, la verdad es que tampoco me importo demasiado, ya éramos los últimos lo único que nos quedaba, era disfrutar, y eso fue lo que hicimos, me gustaría tener don de palabra para poder
expresaros bien la zona, el camino, las bajadas espeluznantes que había, los cortados al lado del sendero, que no eran tan peligrosos como nos lo habían pintado, todo hay que decirlo, pero con algo de peligro si se tomaba a lo loco, bueno así os dejo con la intriga de conocerlo mejor y el año próximo nos apuntamos más gente, jejeje. y lo podréis apreciar vosotros mismos, yo la verdad quede impresionado, de la belleza del recorrido, ya con calma pudimos apreciarlo con todo su esplendor y
disfrutamos como niños, ¿cuantas veces he repetido la palabra disfrutar? Mucha verdad, pero es que no me canso de repetirlo, me lo pase genial, cansado, muy cansado, porque al final se hizo larga, casi 70 kilómetros nos salieron, que no son muchos, estamos acostumbrados ha hacerlos y más, pero no por esa zona, con tanta subida, y los caminos de piedras, y cuando no las había nos encontrábamos barro, lo dicho precioso, no tengo talento, ni palabras para describirlo, eso lo aran otros mejor que yo, lo que si os digo es que si os gusta la bici, aquí disfrutaréis mucho.

Pero volvamos al relato de la marcha, nos habíamos quedado en el descenso, acompañados de los dos organizadores, descenso que como sería que tuvimos que bajar tramos a pie, y yo no suelo hacer eso por muy empinado que este el terreno, pero eso no era empinado, sino vertical jejeje... con curvas en zigzag, no sé si alguien bajo eso pero si lo hizo tiene mi total admiración, luego senderos por la ladera de la montaña, 
con el rió abajo, muy abajo, y menos mal que nos íbamos divirtiendo, porque por lo menos a mi se me hizo muy largo el regreso hasta el pueblo, el cansancio en las piernas era notorio, lo que me salvo era que alguno venía peor que yo, jejeje... y es que no aprendemos, dejamos atrás a todos, los organizadores que nos habían mostrado el camino correcto, y a cuanta gente nos encontramos, que no fue mucha la verdad, pero el vicio por pedalear es mucho.
Pero todavía teníamos que sufrir otro percance, y este, fue el último y el peor, ya no os digo quien lo sufrió, solo que debió de ser negro, bueno esto es una broma no muy correcta por mi parte, porque lo primero, creo que el negro en los gatos, no trae mala suerte y lo segundo el pobre animal se llevo más susto que nosotros, el caso es que cuando se nos prometían muy felices por haber completado el recorrido, y ya entrando en el pueblo, un gato le salió de improviso y le hizo caerse de la bici, el ruido me hizo pensar en lo peor, cuando volví la vista me encontré con Ángel en el suelo quejándose del pecho, en un principio me asuste, por los gestos pensé que se había roto una costilla, menos mal que solo se quedo en el susto y en dolores que solo él, sufrió jejeje, que malo soy, bueno la verdad es que lo debió de pasar mal, pero ahora con el tiempo me hace sacar una sonrisa recordándolo todo.

El resto, os podéis hacer una idea, ducha, comida, sobremesa, por cierto larga muy larga con partida de cartas incluida, que por cierto no me acuerdo quien gano, bueno da igual, y por fin ya bien entrada la tarde, el regreso... Cinco hombres, en un coche, cansados, algunos con dolores y arañazos, habiendo realizado una marcha cicloturista por un sitio verdaderamente asombroso, ¿de que creéis que iban hablando en el regreso? ¿Lo acertáis? Haber decirme... de tías? De coches?, De motos? De lo bonito que había sido 
el recorrido? ....

Nada de eso, de la próxima salida, ya veníamos preparando la siguiente, Sotoserrano, a 
eso ¿cómo lo llamáis?. Yo, amor a la bicicleta,


20 de enero de 2014

2014-01-19._Peñaranda de Bracamonte - Sacacorchos - Peñaranda de Bracamonte

Año De Nieves Año De.....
Por Eutiquio M.S 



Domingo, 19 de enero 2014.

Desde Peñaranda a las 9,50 h. un grupo de 17 locos de la btt, hemos salido a dar un paseo en bicicleta en esta mañana tan singular. Teníamos pensado hacer una ruta por la zona de Alaraz con nuestro amigo Pedro, pero la mañana ha amanecido con una nevada que era lo más previsible y nos ha impedido desplazarnos con garantías a esta localidad cercana.



Pero, eso sí, había que salir. Tras las opiniones de unos y otros por medio del wassap, al final nos hemos decidido y nos hemos juntado 17 beteteros para salir. Algunos nos tacharán de locos o chiflados, pero es lo que nos gusta. Por eso hemos decidido salir a rodar con nuestras burras mecánicas sobre la nieve. Algo inusual y nuevo para nosotros, salir con la bici sobre caminos, campos, senderos y llegar al monte todo el rato rodando sobre la nieve.
Nieve muy blanda que nos salpicaba con las ruedas traseras toda la espalda. Circulando por caminos que apenas se apreciaban; baches que nos se veían; la cuneta que no existía, roderas que te desequilibraban sin que te enteraras; caídas sin consecuencias, que no puedes por menos que reirte; patinazos en el barro camuflado por la nieve; ruedas que se clavan en hoyos invisibles; las gafas que se embarran y apenas puede ver por dónde vas; las ruedas que se hundían sobre la nieve produciendo un sonido característico… Sensaciones distintas a un día de bici cualquiera.












Hemos disfrutado y nos hemos divertido, sobre todo el largo rato que hemos pasado en medio del monte cubierto de un buen manto blanco, con lanzamiento de nieve unos a otros, bromas graciosas, gran cantidad de fotos, de grupo e individuales, risas… igual que niños que se asoman a su ventana y ven que está nevando y no pueden por menos de salir al parque a jugar y pasárselo bien con la nieve. ¿Qué magia tendrá la nieve que hasta a los mayores nos gusta y disfrutamos con ella?.


Hemos llegado calados hasta las rodillas, con los pies sin sentirlos, engarañados, deseando llegar y ponernos bajo la ducha más que ningún día. Lo nuestro es vicio y no podemos con él. Seguro que repetiríamos esta novedosa y singular experiencia sobre la nieve con la bici. Hay fotos y vídeos que reflejan esta mañana tan inolvidable para todos nosotros. Seguiremos montado en la bici, es nuestra sana y a la vez divertida  afición.


Eutiquio M.S 




vídeo Proximamente


Fotografias

13 de enero de 2014

2013-11-24. Linares & Linares


Ruta BTT Linares de Riofrío.     
Por Manuel (piru)


Durante una de nuestras rutas normales de BTT, surgió la brillante y feliz idea, de realizar una travesía por la majestuosa Sierra de las QUILAMAS. El ímpetu por explorar tierras desconocidas, hizo que tomáramos la firme decisión, de ponerla en práctica. Nuestra imaginación comenzó a volar y el deseo por recorrer aquellos parajes de la Sierra Salmantina, aceleró los trámites necesarios, para la realización de la actividad.
Después de mucho sopesar, al final logramos concretar una fecha. El día elegido resultó ser; el Domingo 24 Noviembre 2013. El prematuro frío otoñal, hizo estragos en nuestros aguerridos compañeros, reduciendo considerablemente la asistencia, a este fastuoso evento. 


Las caprichosas cosas que tiene el destino, hizo que varios asiduos a las rutas extraordinarias, les resultara totalmente imposible acudir a la llamada de la montaña. Con estas pesquisas y un sinfín de contratiempos, un número reducido de 8 valientes Beteteros, decidieron plantar batalla a ese imponente lugar, coronado insultantemente por el Pico Cervero (1465m).





A las 7:30 de la mañana, nos dimos cita; Iván, Chema, Fidel, Manuel (Pichi), Cristi, Pepe Tiédra, Cristian y un servidor (Manuel Piru), con el diáfano objetivo, de disfrutar de una buena mañana de Mountain Bike. El oscuro y nebuloso despertar, presagiaba la dureza climatológica .Las ganas de aventura, nos invadieron por completo. Cargamos las bicis con celeridad y pusimos rumbo a lo desconocido. El ambiente estaba cargado de energía positiva y un buen rollo, ocupaba cada parte interior del vehículo. Tenía la sensación de esos grandes días, ya que mi corazón se aceleraba por momentos. Durante el trayecto, la ilusión por conocer la zona, era más que palpable. Las conversaciones se solapaban simultáneamente. Parecíamos chiquillos, disfrutando de la llegada de los reyes magos. Como es habitual en estos tiempos, la crisis española, hizo acto de presencia en nuestro extenso dialogo. Cada uno aporto sus puntos de vista, las causas, consecuencias y las posibles soluciones. Los Kilómetros pasaban rápidamente. 

Sin apenas darnos cuenta, llegamos a Linares de Riofrío, punto de partida de nuestra ruta 
La fría mañana, invitaba a tomar algo caliente. Después de aparcar nuestros coches al lado de la iglesia, procedimos acudir a un bar del pueblo. Según avanzamos en nuestro recorrido, pudimos observar, que es tierra betetera, ya que las bicis se alzaban como estatuas errantes, por encima de las bacas de los coches. Tomando el café, notamos la presencia de un grupo de ciclistas Peñarandinos, conocidos como los “rápidos”, que decidieron no acompañarnos en nuestra aventura.

 Activamos nuestro organismo y nos pusimos en movimiento. Preparamos nuestras burras mecánicas y

decidimos realizar la primera foto de partida. Cristi era el encargado de guiarnos por aquel precioso y espectacular paisaje, del bosque de la Honfria. Empezamos a observar la majestuosidad del lugar, que con el rocío otoñal, le daba un aspecto misterioso y embriagador. 
Sin apenas darnos cuenta, comenzamos a trascurrir por el terreno primoroso. La orografía panorámica, sugería la verticalidad del terreno y la dirección del Pico Cervero. Tomamos la delantera del grupo, Cristian y yo (Manuel Piru), para inmortalizar en el recuerdo, las instantáneas de esta grandiosa aventura.



Seguimos avanzando por la sierra Quilameña, percatándonos de toda la flora y fauna. Las hojas caídas del otoño, nos trasportaban fugazmente a edades antiguas, donde nosotros nos convertíamos en legiones romanas, que queríamos invadir este vástago terreno. 
Nuestra actitud jovial, marcaba el ritmo de la subida. Las risas y los chascarrillos no dejaban de sucederse .Pasamos por unos muros y la imagen de la cima, hizo acto de presencia. Engalanada con una cruz, el pico Cervero se mostraba desafiante, ante unos humildes ciclistas, que tenían la osadía de alcanzar su cumbre. Decidimos tomar unas fotos y cerciorarnos de la dureza de las últimas rampas.

Antes de comenzar la parte dura de la subida, nos encontramos con un par de rezagados del grupo de los “rápidos”. Les invitamos a que nos acompañaran y estos aceptaron de buen grado. A medida que comenzábamos a subir, el abrupto terreno, nos enseñaba sus dientes. La pendiente zigzagueante, comenzaba hacer estragos y el grupo empezó a estirarse. En el último giro pudimos percatarnos de la proximidad de la cima. Aceleramos el paso, con el ansioso 
deseo de hollar esta cumbre tan emblemática. 




El frio era congelador, muestra inequívoca de
la cota y del extraño día elegido. La subida había resultado ser exigente, y nos encontrábamos a pocos metros de nuestro objetivo. Divisamos una parte asfaltada de camino, que indica claramente, la parte final de este hermoso pico. En pocos segundos y de un valioso esfuerzo, llegamos a la cumbre.

La niebla, ocultaba las vistas tan espectaculares, que se visualizaban de la zona. La escarcha en el suelo, denotaba el panorama tan frívolo del lugar. El viento incesante, mostraba la cara más amarga de la altitud, dando un punto de dureza extrema, a la extraordinaria subida que acabamos de realizar. La caseta y la cruz que coronan el pico, brillaban blancamente en lo alto del pedestal, de esta Sierra Salmantina .Muestra de nuestro esfuerzo, el sudor era palpable en las partículas de la ropa, que sumado al viento, hacia inestable permanecer en el lugar.




Decidí abrocharme el chubasquero y tomar referencia gráfica, a medida que mis compañeros 
hacían acto de presencia en la milenaria cumbre .Cuando todos pisaron cima, hicimos foto de grupo y tomamos la drástica decisión, de descender vertiginosamente. 
No nodíamos permanecer más en el lugar, si no quisiéramos perecer por congelación.

Comenzamos la bajada, un poco arriesgada por la inestabilidad del terreno. A medida que descendíamos, la confianza iba en aumento y nuestra velocidad competía ferozmente, con los vehículos a motor. Apreciamos que la congelación, era más que evidente. Los dedos de las manos perdían paulatinamente sensibilidad. Pero la bajada era muy bonita, grotescamente divertida. Pronto observamos, la cercanía de un pueblo, donde pararíamos a reponer fuerzas.
La emocionante y espectacular bajada, dejaba huella en los dedos de nuestras manos. Pocos eran los valientes, que callaban esa sensibilidad tan estremecedora, que hacía que una parte de tu cuerpo, te abandonara por completo. El viento soplaba gélidamente y decidimos resguardarnos entre la fachadas de las casas del pueblo, donde era imperceptible. Para nuestra sorpresa, había unos bancos de piedra, que invitaban al descanso. Repusimos energía, tomando unas barritas y geles reconfortantes. Las risas se sucedían y las conversaciones parecían no acabarse. El estado del grupo, era más que prometedor. 
Nos encontrábamos exultantes, después de la hazaña realizada. Decidimos tomar una foto, que constatara nuestro paso por el pueblo de Navarredonda de la Rinconada. 



Comenzábamos a quedarnos fríos y decidimos continuar la marcha. Seguimos fielmente las instrucciones de Cristi, que nos guiaba a la perfección, por esos terrenos abruptos de la Sierra de las Quilamas. La zona dejaba entrever, la estación en la que nos encontrábamos. Las hojas caídas en el suelo, eran la mejor alfombra que unos locos amantes de la BTT, podían tener. El sol tímidamente, comenzó hacer acto de presencia, como un despertar de vida, en ese misterioso lugar. Me adelante varios metros, para retratar el paso de la comitiva. Reanude la marcha, con la sorpresa intrínseca, que conlleva la inclinación de una rampa larga y durísima. Solo quedaba pedalear, sin vaciarse, a sabiendas de lo que nos depararía la ruta. El terreno mostro su cara más amarga, a través de las irregularidades y piedras que nos encontrábamos en el camino (vaya dolor de huevos). A la cabeza del grupo, nos encontrábamos Cristian y yo (Manuel Piru). Pronto pudimos observar el cruce de caminos, donde haríamos un alto, para recomponer la formación y tomar un poco de aire.







A medida que el grupo iba llegando, tomamos referencias fotográficas del paso de estos valientes ciclistas. La rampa había sido larga y exigente y a más de uno, comenzaba a pasar factura el esfuerzo realizado. Pudimos observar impunemente, la esplendorosa divinidad de la zona y el paraje por donde cohabitamos. Un gran estruendo, nos puso en aviso que estamos en época de caza. Llegamos a visualizar el maldito cartel que avisa de monterías,que cercena drásticamente, nuestra libertad de recorrer el monte público. Definitivamente estábamos en terreno Transmoruchil, como diría un buen compañero de batallas. El olor serranil, penetraba gustosamente nuestras cavidades pulmonares, dándole pureza a todo lo que inhalábamos. 




Hicimos jocosos comentarios, de la singular y extraordinaria encerrona, que el amigo Cristi 
había programado. No nos la esperábamos casi nadie o sí. Decidimos descender a otro punto El descenso como siempre vertiginoso. Los más alocados del grupo, se tiraron a

tumba abierta. La adrenalina que produce jugarte el tipo en las bajadas, reconforta como una droga estimulante y placentera, muy equiparable al opio. Muchas veces no piensas en el riesgo que asumes, pero la confianza en uno mismo, borra todas las dudas que surgen en tu cabeza. 
Llegamos a un cruce de caminos y decidimos esperar al grupo, para que nos indicaran la ruta a En este punto, nos despedimos de Paco y Manolo, pertenecientes al otro grupo Peñarandino. 
Aquí daban por finalizaba su aventura y ponían rumbo a Linares de Riofrío. Nosotros procedimos a seguir la ruta marcada por Cristi. Había varias vallas, que incitaban a traspasarlas, pero el desconocimiento del lugar, impedía adentrarnos en lo desconocido. 

Encontramos un Betetero de la zona, donde pudimos intercambiar opiniones, para esclarecer el trayecto a seguir. Nos desaconsejo seguir por un camino, donde la dura rampa, hacia impenetrable al más valiente de los ciclistas. Nuestro amigo Cristi, se sintió dolido en la parte más banal del ser humano, que es el orgullo. Muestra de su tozudez, decidimos hacer caso omiso, de las sabias palabras del lugareño. Reanudamos la marcha, pero a pocos metros de continuar, vio perfectamente en el GPS, que seguíamos el rumbo equivocado. Las risas florecieron en el ambiente y un traspié lo tiene cualquiera. Hay que reconocer la loable labor de Cristi. Es un placer disfrutar de las rutas que planifica y diseña. Estoy seguro que sin él, las cosas no son las mismas y para mí, es el mejor director de “orquesta”. Pusimos rumbo al “track” marcado. Se presentaba ante nosotros, una rampa muy inclinada, pero corta. Acto seguido, le comente a Cristi, la idea de deshacernos del impermeable, ya que por su poca traspiración, resultaba incomodo prolongar la marcha. Decidimos quitarnos el chubasquero, que nos servía para mantener el calor en las bajadas, pero nos resultaba muy agobiante en las subidas. Desde este punto de vista pude comprobar fehacientemente, la dureza de la rampa. En cabeza iba Cristian y el lugareño, seguido del resto de integrantes. Algunos decidieron poner pie a tierra, muestra evidente, de la perversa inclinación que se gastaba la dichosa cuesta. Alcance al grupo, menos a los dos que iban por delante, porque estaban inmersos en un pique y el ritmo que imprimían era fuerte y constante, como dos pavos reales, que escenifican sus mejores bailes. 

Continuaron la marcha, sin percatarse de mi parada, ya que en lo alto de la loma, decidí esperar al grupo. Tome referencia gráfica del lugar y del paso de mis compañeros. La rampa, había resultado ser demasiado exigente y como prueba de dureza, Fidel notó en sus piernas, unas pequeñas molestias en forma de calambres, que atenazaban toda la musculatura. El sol se mostraba incandescente, pulcro y reluciente .Nos aportaba calor y color, en una fresca mañana de Noviembre. El lugar era idílico y sumamente perfecto, para la práctica de Mountain Bike. La brisa de la Sierra acariciaba nuestros rostros y potenciaba el oxígeno que respirábamos. ¡Qué maravilla de zona!... ¡Espectacular! , sin palabras…. La ruta estaba resultando increíble y la compañía extraordinaria.

Desde lo alto de la loma, se apreciaba la irregularidad y variedad del terreno. Una portera,
incitaba a traspasarla, con la idea de trascurrir libremente, en busca de nuevas aventuras, sin caminos marcados, escudriñar trialeras y tramos complicados. Pero el desconocimiento y la peligrosidad del lugar, nos hizo desistir, con el proyecto en mente, de volver. Decidimos reanudar la marcha y según bajábamos, nos encontramos con Cristian, que nos esperaba preocupado y ansioso por la tardanza del grupo. Se había despedido del aldeano y desconocía la parada que habíamos realizado. Otra bajada técnica y chula, desemboco en una súper mega rampa inclinada, más dura que la radical de Alaraz. Conversamos arduamente, lo difícil que sería subirla. Hicimos unas cuantas fotos y prometimos volver en otra ocasión, para escalarla con nuestras máquinas de acero. Creo que todos lo dijimos con la boca chica, jejejeje… Impresionante, pero quién dijo miedo?. Era tremendamente vertical, con una pendiente a prueba de valientes. Pero en mi subconsciente, suscitaba la idea de intentarlo, pero desistí por completo. Baje lentamente, porque seguía dando vueltas al asunto. La rampa tenía tramos muy complicados y muy técnicos. Finalizamos la bajada y dimos a parar, a una carretera. 



El pueblo estaba cerca y algunos planteamos alargar la ruta, porque no queríamos que se acabase. Parte de la comitiva venía castigada y no quería continuar. Nos quedamos con las ganas y haciendo uso lógico del raciocinio, pusimos punto y final. Descendimos al pueblo, con la inesperada sorpresa, que no era Linares de Riofrío. ¿Dónde estábamos?, ¿nos habíamos perdido?, miles de preguntas invadieron nuestra cabeza. Cristi tomo cartas en el asunto; el GPS no funciona, no me va. Creo que nos hemos perdido. Todos esbozamos una sonrisa de complicidad. En ningún momento nos pusimos nerviosos. La ruta había sido magníficamente guiada y a pesar de este pequeño revés, estábamos seguros que Cristi encontraría respuesta a esta encrucijada casual .Este momento divertido, de no saber dónde te encuentras, finalizó repentinamente, preguntando a una paisana del pueblo. Amablemente la señora, nos indicó, que estábamos a 6 km de Linares de Riofrio, por la carretera. Le preguntamos si sería posible ir por camino. La señora de la serranía, hizo un gesto de negación, confirmándonos que el único camino era por carretera. Lamentamos profundamente la respuesta emitida, ya que somos partidarios de utilizar lo menos posible, esa zona de asfalto y gravilla, que tanto daño hace al ciclista, año tras año. Con la idea de partir y que no se hiciera muy tarde, olvide preguntar el nombre del pueblo, donde por circunstancias del destino, habíamos acabado. Agradeciendo gentilmente los servicios prestados, pusimos rumbo a Linares.


Mis piernas pedían un poco más de kilómetros y decidí vaciar la energía que tenían. Enseguida 
me puse en cabeza y comencé a tirar de plato grande. Metí toda la tranca y comencé a coger ritmo, con la idea de estar el mínimo tiempo posible en carretera. Tenía gas, después de la dureza de las subidas, pero cuál fue mi sorpresa, que el núcleo de mi bici, dijo basta. Durante la ruta, ya había advertido, que cada vez más me fallaba la cadena. Era curioso, quería llegar cuanto antes, pero lo mismo no llegaría. Mi cadena hacía molinillo y engranaba muy mal. Hacia esfuerzo por avanzar, pero definitivamente el núcleo no daba más.

Empezaron a pasarme, como si el tío del mazo, hubiera hecho acto de presencia. Quería, pero no podía. Los kilómetros avanzaban y esperaba ansiosamente que el pueblo estuviera cerca. La frustración era más que evidente, parecía eterno. Los ánimos de los compañeros, mitigaban mi deseo de poner pie a tierra. Suave, tengo que pedalear suave. Las indicaciones de mis compañeros eran claras y precisas, no podía apretar. Sucesivamente iban adelantándome y la idea de si llegaría al pueblo montado, resultaba un espejismo. En el horizonte vislumbro el pueblo, el final se acerca. Después de un repecho y mucha paciencia, mi objetivo de llegar montado en la bici, es una realidad. La curiosa anécdota, tiene un final feliz. Por fin llegó. Este pequeño percance, no resta ni un ápice, la extraordinaria ruta realizada. ¡Que pasada de lugar!, ¡Que disfrute!, ¡Espectacular!, ¡Increíble!, me quedo sin adjetivos. Maravillosamente perfecto. 
Una mañana para recordar y una compañía extraordinaria. Me siento exultante de lo acontecido.

Cargamos las bicis en el carro y comenzamos a cambiarnos en plena plaza serrana. El frió era aterrador y aceleramos la actividad. Terminamos de arreglarnos y decidimos acudir al restaurante que nos habían recomendado. El establecimiento en cuestión, era un antro antiguo y peculiar, tenía una barra centenaria, como si se hubiera detenido el tiempo. Se asemejaba perfectamente a la descripción realizada por nuestra compañera, Neli. Un señor nos atendió gentilmente. Reservamos la mesa, con la intención de tomar unos aperitivos previamente. El momento era preciso para intercambiar opiniones, acerca de la ruta. Nuestras sonrisas, denotaban el día que habíamos vivido. El esfuerzo realizado, permitía gustosamente devorar, las viandas que nos ofrecían por los diversos lugares de la zona. Decidimos poner punto y final y encaminarnos al restaurante. Reconozco que la primera impresión, no había sido buena. Algo en mi mente, daba vueltas constantemente, sobre la elección del lugar. Pasamos al comedor y este estaba lleno. Tenía un toque más de modernidad. Tomamos asiento y nuestras dudas abarcaban todos nuestros pensamientos. Una camarera de mediana edad, muy simpática, se dirigió a nosotros. Cual fue nuestra sorpresa, que el menú estaba compuesto de maravillosos platos. Decidimos elegir la opción del menú. En mi caso elegí, patatas con marisco de primero y tostón cochifrito de segundo. Estaba espectacularmente bueno, aparte de la generosidad de las raciones, tenía un sabor exquisito. Vaya por donde, ese restaurante cutre, resulto ser una magnifica elección. Por no decir, el buen trato recibido, por parte de la empleada. Quería que nos hartáramos a comer, para dejarnos súper contentos. El colofón, lo puso el enorme postre que nos llevó. Un buen remate final, a un día excepcional. 
Tomamos un café y pusimos rumbo a Peñaranda de Bracamonte.
Manuel (piru)



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2015-04-26._ Linares de Riofrio - Pico Cervero - Honfria - Linares de Riofrio

Desplazamiento a Linares de Riofrio Y no pudimos tener peor comienzo de ruta, mañana en la que parecía que se iba a caer el cielo encima...